Linda, gatita que recogimos de la calle cuando  apenas tenía un mes, es una gatita muy dulce y cariñosa. Es un poco tímida, porque cuando entran desconocidos a casa se esconde rápidamente. Pensamos que es por el miedo que pasó cuando era pequeñita. Le encanta la pechuga de pavo y beber agua del lavabo, y cuando vas a dormir siempre te da besitos con el morrillo.
Omaly, el bichejo de color negro, fue rescatado de recién nacido al lado de una carretera. Era una ratilla de apenas 100 gramos y ahora es un gatazo de casi 10 kg. Es muy grande y fuerte, pero todo lo que tiene de bruto lo tiene de bueno. Es muy simpático, siempre está incordiando, y nunca se enfada. Le encanta comerse las plantas que haya por casa, los berberechos, y sentarse en una silla para observar siempre que comes, a ver si le cae algo.  Siempre sale a recibirte cuando entras.


Tolouse, el último miembro de la familia, me lo regalaba una asociación y no pude evitar cogerlo, ya que si no acabaría muriendo de frío y de hambre en la calle apenas llegase el invierno. Espero que sus hermanitos tengan también la suerte de encontrar una familia que los quiera. Tolouse es muy juguetón, es muy chiquitito y por eso le gusta dormir encima de mí y seguirme a todas partes. Le gusta meter las patitas en su bebedero de agua y ronronea continuamente.